Pon atención a los dibujos de tus hijos: así muestran su mundo interior

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Como madres y padres, solemos mirar con orgullo los dibujos de nuestros hijos. Sus primeras pinturas las recibimos con alegría, aunque no precisamente pensemos que sean muy buenas. 

El dibujo impulsa la creatividad, imaginación y el desarrollo psicomotor. Pero además, hay todo un mundo interior que puede ser transmitido en los dibujos de los niños.

Según un estudio de la Islamic Azad University, Toyserkan Branch, en los dibujos de los pequeños es posible ver su desarrollo social, emocional, físico e intelectual.

Por todas estas razones, es importante animarlos a dibujar (aunque jamás forzarlos si no lo desean). Inclusive podrás comunicarte con tus hijos a través de los dibujos, viendo sus intereses y su imaginación.

Padre e hija dibujando
Padre e hija dibujando

También, hay señales que dan características psicológicas de los pequeños en el dibujo. 

No obstante, es importante que sepas que solo un psicólogo especializado puede analizar correctamente las características psicológicas de un pequeño a través de los trazos que realizan.

Qué transmiten en sus dibujos

Por eso, acá te damos ciertos parámetros, pero no te apures en sacar conclusiones sin antes consultar a un especialista, quien además necesita otros antecedentes (como la historia del pequeño) para una evaluación correcta.

Cabe señalar, que los dibujos son distintos según edad, ya que será alrededor de los 5 o 6 años cuando los pequeños comienzan a plasmar sus emociones en el papel.

Según psicodiagnosis y la especialista canadiense Nicole Bédard, los aspectos a tener en cuenta son:

El espacio que ocupa: si usa todo el espacio, se asocia a confianza, seguridad y ganas de explorar. Un espacio reducido, a timidez e introversión.

Trazo: Un trazo firme y estable pueden ser ganas de explorar, buena predisposición a aprender y al juego. Uno con exceso de velocidad o presión, o bien cortado, puede significar impulsividad o falta de control. 

Forma: es normal que niños muy pequeños dibujen en un comienzo formas rectilíneas. Pasada esa edad, las  líneas rectas largas trazadas de esquina a esquina pueden ser agresividad hacia el exterior o falta de control de impulsos. Las onduladas o redondeadas, en cambio, pueden ser mayor autocontrol y cercanía con figuras de apego.

Posición del dibujo: lo dibujado en la parte superior del papel se relaciona con el intelecto, la imaginación, la curiosidad y el deseo de descubrir cosas nuevas. La parte inferior son las necesidades físicas y materiales. El lado izquierdo muestra pensamientos del pasado; el lado derecho, del futuro; y  el centro, el momento actual.

La presión del manejo: una buena presión indica entusiasmo y voluntad. Mientras que una muy fuerte, puede ser agresividad; y una muy superficial puede demostrar   falta de voluntad o fatiga física.

Forma en que coge los lápices: si agarra los lápices de forma forzada, puede ser que esté tenso. 

Los colores del dibujo: los colores también pueden ser indicativos de sus emociones. Cada color puede significar algo distinto, dependiendo del contexto del dibujo, de su predominancia y en qué figura se use (ver aquí qué corresponde cada color).