Ayuno de dopamina: la tendencia que lucha contra el exceso de estímulos

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Directo desde Silicon Valley (California) llega una nueva tendencia de bienestar que busca hacer frente a la sobreestimulación de nuestra sociedad actual dada por las redes sociales y los días de estrés: el “ayuno de dopamina”.

¿De qué trata esta nueva “moda”? Pues de privar a nuestro cerebro de los constantes estímulos que recibimos a diario durante un periodo limitado. De esta forma, quienes la practican indican que se reducen los niveles de dopamina en el cerebro y de esta forma lo “reinician”.

¿Cómo funciona?

Para entender esta tendencia, hay que contextualizar que para sus adeptos, la dopamina es un neurotransmisor relacionado con los sentimientos de placer y motivación (algo en lo que no se equivocan, pero no es sólo eso). 

De esta forma, en nuestra actualidad y al estar pegados al celular, estamos sobreestimulados y liberamos niveles muy elevados de dopamina. Esto produce que, al igual que un adicto a la cocaína, nuestra sensibilidad a estos estímulos sea cada vez menor, y constantemente necesitemos igualar o elevar estos estímulos para sentir placer.

Por ende, al hacer este ayuno, nuestro cerebro se “reiniciaría” de alguna forma, reduciendo los niveles de dopamina y volviendo a sentirnos felices y placenteros por las situaciones ordinarias. 

Asimismo, reduciría nuestra necesidad de recibir a cada rato estos estímulos, lo que evitaría que necesitaramos “emocionarnos” a cada rato. Esto haría que, por ejemplo, no sintiéramos la necesidad de mirar constantemente el celular, y mejoraría otros aspectos como la concentración, la atención y nos daría más tiempo para tareas productivas.

Opinión de los expertos

Si bien, hay muchos casos en los que sus adeptos afirman sentirse mejor, el problema para los expertos surge en la forma en la que se explican los beneficios de este fenómeno, y que mezclaría acciones realmente beneficiosas (como “descansar” del celular) con privarse de cualquier estímulo como conversar con un amigo.

Cabe señalar que quienes lo practican no reducen sólo el excesivo consumo de redes sociales o de la televisión, sino que se abstienen de todo lo que ellos pueden considerar que pueda elevar sus niveles de dopamina, tales como conversar con amigos, hacer ejercicio o incluso comer.

Según recoge la BBC, el profesor de neurología y psiquiatría de la Universidad de California, Joshua Berke, indica que la liberación de dopamina no se produce solo con actividades relacionadas con el placer, sino que con una variedad de estímulos externos, incluso algunos desagradables.

El experto señala que no hay un estudio comprobado entre que los beneficios de esta práctica se relacionen directamente con la dopamina. "Esto es una moda, no un estudio controlado”, dice, indicando que es “poco probable que tenga mucho que ver con la dopamina per se”.

“Puede ser relajante tomarse un descanso de actividades emocionantes o estresantes, pero eso no es lo mismo que negarse a tener una conversación con un amigo porque estás en un 'ayuno de dopamina'", señala.

Asimismo, la neurocientífica Amy Milton afirma que no está “segura de que se esté haciendo algo al sistema de dopamina, o reiniciarlo como la gente dice que lo hace (…) Lo que no quiere decir que sea una mala idea mirar ocasionalmente los hábitos que tienes y hacerlo".