Mamá y emprendedora ¿Por qué no?

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Emprender, emprendimiento, emprendedoras, mujeres emprendedoras …… ¿y las mamás emprendedoras? ¿En qué espacio, tiempo lugar quedan? Desde esa pregunta partió todo.

Soy Andrea, mujer y socióloga y emprendedora, que luego se convirtió en mamá. Y sí, todos esos roles con “y” entre medio porque no ejerzo un rol u otro, sino que ejerzo todos esos roles que a mi me definen.

Cuando comenzó mi maternidad, también comenzó la angustia por lo que haría una vez que se terminará mi post natal, sobre todo porque mi situación laboral era bien compleja, por lo que, lo más probable era que yo tuviera que dejar a mi beba de 3-4 meses para ir en búsqueda laboral, con todo lo que eso significa en el mundo laboral actual.

Desde ese escenario, desde ese miedo y por supuesto, desde ese dolor, me dije a mi misma: ¡NO! Yo no quiero eso, quiero criar. Fue una especie de revelación contra el sistema, porque yo no quería dejar a mi beba en una sala cuna, no quería ejercer mi carrera, yo quería criar, tranquila, en paz, disfrutando cada etapa.

Y bueno ahí comienza el camino de una mamá emprendedora…

Tenía un postnatal normal, con un sueldo regular, con el cual tenia 5 meses para lograr hacer algo. El dinero no era algo que me sobraba y mi decisión era arriesgada, pero fue la primera vez que decidí algo con el corazón.

Desde siempre quise ser independiente incluso antes de convertirme en mamá. Participaba en proyectos, asesorías, consultarías y cosas por acá y por allá. Siempre con trabajo y tranquila. Es que la vida sin hijos es más liviana, eso es irrefutable. Bueno, desde ahí desde esa mujer emprendedora que llevaba adentro, decidí emprender ahora que era mamá, pero emprender en serio, convertir mi negocio en mi vida y que me diera el dinero para vivir, para criar para estar tranquila.

Empecé desde 0: una idea, un computador, internet y un celular. En un mes y medio tenía casi todo listo para comenzar mi tienda de productos de bebé. Tomé algo de ahorro y prestamos y compré los productos y comencé. Luego de unos meses quería crecer, las ventas iban bien, pero yo sentía que me faltaba conocimiento técnico para ir más allá. Busqué talleres, cursos, asesorías gratuitas y/o de pago, y ahí me di cuenta de la primera piedra de tope en mi camino: horarios y días. Curso de “X” un martes de 10:00 hrs -14:00 hrs.

Horarios impensados, mamá primeriza y sin red de apoyo era una sentencia de muerte. No había nada que se adaptara a mi realidad. Existía mucho material para emprendedoras y emprendedores, pero nada para mamás emprendedoras. Mis horarios eran diferentes, mis días y mis prioridades. Por lo que, comencé sola a buscar material para adquirir más y mejores herramientas, y fue extremadamente complejo.

Me sentía sola, con un peso enorme en mis hombros, cansada, agotada, quería crecer y no podía, me frustraba. Desde ahí tomé malas decisiones, pésimas decisiones y mientras mi negocio crecía yo empeoraba. Hasta que finalmente, luego de 2 años quebré. Seguramente, cómo se preguntarán. Bueno cuando la creadora, la dueña, la mamá emprendedora detrás del negocio esta mal, nada funciona.

Asumí mi derrota, mi hija estaba más grande, me di un tiempo y espacio para respirar, llorar y comenzar de nuevo. Necesitaba rearmarme y salir del hoyo en el que estaba.

Comencé a buscar trabajo en mi área de profesión, lo que me llevó a mi cuidad natal el 2018. Había encontrado trabajo dependiente y me decía a mi misma que estaba bien, que era lo correcto y que tenia que ser madura y adulta.

Pasaron unos meses y como buena emprendedora innata, no me quede tranquila y dije: ahora si voy a emprender de nuevo. Pero no me gusta vender productos, yo quiero ayudar. ¿Dónde puedo hacerlo? ¿A quiénes puedo ayudar? ¿Dónde soy buena?

Mientras creaba una idea y reflexionaba, tomé un camino paralelo y comencé a trabajar en mí, en sanar heridas de infancia, en mejorar mi relación conmigo misma, y aunque suene cliché así lo hice, y desde ahí, decidí que no quería que ninguna mamá que se quiera convertir en emprendedora pasé lo mismo que yo. NO QUIERO QUE OTRA MAMÁ EMPRENDEDORA LO PASE TAN MAL COMO LO PASÉ YO, POR NO TENER NADA NI NADIE QUE LA GUÍE Y LA ACOMPAÑE.

En junio del 2019 nace The Crownie, en plena pandemia y estallido social. Una plataforma orientada y dedicada a las mamás emprendedoras, donde pueden tener acceso a información y herramientas de negocios, marketing digital y conocimiento técnico, donde tienen acceso a información sobre maternidad y crianza consiente para que vivan el rol de la maternidad desde la seguridad y libre de idealización y donde además, tienen acceso a un área de coaching para que descubran que las mueve, donde están sus dolores y donde puede autogestionar su crecimiento personal, todo a través de una membresía mensual de bajo costo.

The Crownie entonces, es el apoyo que muchas mamás emprendedoras necesitan en este camino de crear sus propios negocios e incluso más que eso, sanar muchas veces sus heridas a través de sus emprendimientos.

Es por eso que, no solo nos enfocamos en dar herramientas y conocimiento técnico, sino que nos preocupamos y ocupamos que la mentalidad de la mujer de negocios que está naciendo cambie, que la mujer que estará detrás del emprendimiento o empresa sane para que desde ahí se dé vos a ella misma y a sus productos o servicios.

¿Cuál es nuestra forma de trabajo?  Tenemos varias entradas según las necesidades de las mamás emprendedoras. Pero primero es necesario entender qué es una mamá emprendedora.

Es aquella mujer que se convierte en madre y luego en emprendedora. Es decir, que la maternidad dio el impulso, la motivación para lanzarse en este camino. Seguramente ella era una emprendedora innata o dormida, que alguna vez quiso ser independientes, pero nunca lo vio como una posibilidad real hasta que se transformó en mamá. Ellas son nuestro foco, ya que en la medida que aprenden a ser madre (indistintamente de la cantidad de hijos/as que tengan) también aprender a ser mujeres de negocio. Todo al mismo tiempo.

Es por eso que ofrecemos un área exclusiva de maternidad y crianza consiente con artículos, clases y talleres por profesionales. Complementamos con un área dedicada al emprendimiento, también con artículos, clases y talleres.

Y, por último, un área de crecimiento personal, la cual se encuentra disponible para las mamás emprendedoras que se integran a la comunidad, a través de una membresía mensual, semestral o anual. En esta membresía las mujeres acceden a lecciones de coaching diarias y semanales, meditaciones guiadas, artículos de análisis sobre maternidad y emprendimiento, descuentos especiales a las clases o talleres y guías descargables. Es decir, algo súper completo para sean ellas- las mamás emprendedoras- que autogestiones su crecimiento personal, todo con flexibilidad y a un bajo costo mensual. Además, es importante mencionar que, todo el contenido tiene un eje central, una temática de trabajo, el cual cambia mes a mes, por lo que las miembros de la comunidad cada mes tendrán un material nuevo. 

Nuestro objetivo es que toda mamá que se quiera convertir en emprendedora pueda hacerla y no tenga los mil peros con los que me encontré yo cuando inicié. Queremos ser el primer paso de muchas mujeres para convertirse en las girlsboss de sus vidas, de su maternidad y de sus empresas,